El aire está formado por una gran cantidad de gases.
El oxígeno es el gas que el cuerpo de los seres vivos necesitan incorporar para que se puedan aprovechar los nutrientes.
El aparato respiratorio del hombre es el encargado de ingresar el aire al cuerpo y sacar el dióxido de carbono mediante dos movimientos: la inspiración y la espiración. Luego, el oxígeno se combinará con los nutrientes para transformarse en energía mediante un proceso llamado oxidación.