Organismo y ambiente
ORGANISMO Y AMBIENTE: INCORPORACIÓN DE MATERIA Y ENERGÍA AL MUNDO ORGÁNICO
Fotosíntesis
Organismo y Ambiente: interacciones entre organismos
En la interacción del hombre con el ambiente muchas veces se producen problemas ambientales, los cuales pueden ser de dos tipos:
Los originados por un inadecuado manejo de los recursos naturales:
La población mundial ha ido en constante aumento, produciéndose, además, un incremento en sus necesidades. Para cubrirlas, el hombre debe ocupar los recursos naturales. Sin embargo, si el consumo de estos no está en equilibrio con su capacidad de recuperación, se produce una sobreexplotación, en la cual desaparecen tantos individuos que la población no puede mantenerse por sí sola. Entre las consecuencias de la sobreexplotación podemos mencionar:
- la deforestación.
- la desertificación.
- la pérdida de biodiversidad.
- la escasez de agua potable.
Los originados por la contaminación:
La contaminación es la presencia de sustancias nocivas y molestas en el aire, el agua y los suelos. Estas sustancias son depositadas por la actividad humana en tal cantidad, que pueden interferir la salud y el bienestar del hombre y de los ecosistemas. Existen diversos tipos de contaminación:
- Biológica: se presenta cuando encontramos en el ecosistema seres vivos (generalmente microorganismos) ajenos a él o en concentraciones superiores a las normales y que puedan llegar a causar algún daño al ecosistema o a la salud humana.
- Química: se presenta cuando en el ecosistema existen sustancias químicas ajenas a él o que se encuentran en concentraciones superiores a las normales y pueden llegar a causar algún daño en el ecosistema o en la salud humana.
- Física: se presenta cuando en un ecosistema hay presencia de una energía (generalmente calor y ruido) ajena a él o en concentraciones superiores que puedan llegar a ocasionar cambios en el ecosistema o daños a la salud humana.
Poblaciones y comunidades
En una comunidad biológica encontramos una gran cantidad de poblaciones distintas, como por ejemplo población de aves, insectos y arácnidos, entre otros. Las poblaciones son un conjunto de organismos de una misma especie (por lo tanto, pueden reproducirse entre sí), que ocupan un mismo espacio en un tiempo determinado. Una de las características de las poblaciones es su densidad, la cual puede aumentar o disminuir por parámetros o variables como natalidad, mortalidad, inmigración o emigración. Sin embargo, el tamaño de las poblaciones de seres vivos se mantiene en equilibrio, oscilando ampliamente en torno a un valor medio.
El crecimiento de una población bajo condiciones ideales del ambiente, es decir, sin factores limitantes (por ejemplo, cuando una especie coloniza un nuevo espacio y no hay restricciones en los recursos, espacio, ni competencia por ellos), corresponde a un crecimiento exponencial (curva en J), el cual comienza inicialmente en forma lenta, haciéndose luego más y más rápido. Este tipo de crecimiento lo presentan organismos reconocidos como estrategas “r”, que se caracterizan por ser organismos pequeños, de corto ciclo de vida, con gran cantidad de descendencia y poco cuidado de sus crías.
En la naturaleza el tipo de crecimiento exponencial no es el más frecuente, pues las poblaciones no crecen indefinidamente debido a que la resistencia ambiental se opone a la expresión del potencial biológico de una población (capacidad de una población para aumentar su densidad). El ritmo de crecimiento en estas poblaciones decrece a medida que aumenta la densidad de población y se aproxima a un valor máximo denominado “capacidad de carga” (K), para el cual el crecimiento se hace 0.
En estas condiciones las poblaciones presentan un crecimiento logístico (curva en S): primero la población crece en forma lenta, luego el crecimiento es acelerado y finalmente se desacelera
Este tipo de crecimiento lo presentan organismos reconocidos como estrategas “K”, que se caracterizan por ser de tamaño grande, ciclo de vida largo, reproducción tardía y cuidado de sus crías.
Sucesión ecológica como expresión de la dinámica de la comunidad
Las comunidades biológicas presentan estructuras características (biomas) en cualquier parte del mundo (desierto, sabana, selva, etc.). Una comunidad no surge de forma repentina, sino gradualmente. Este proceso se conoce como sucesión ecológica, que es el reemplazo de algunos elementos del ecosistema por otros en el transcurso del tiempo. Así, una determinada área es colonizada por especies vegetales cada vez más complejas. Si el medio lo permite, la aparición de musgos y líquenes es sucedida por pastos, luego por arbustos y finalmente por árboles.
Podemos distinguir dos tipos de sucesión ecológica:
Primaria: se inicia con organismos que colonizan lugares en los que antes de su llegada no existía suelo vegetal. Este tipo de proceso puede durar miles de años.
Secundaria: ocurre por la destrucción de una comunidad por el efecto de incendios o sobrepastoreo, por ejemplo. En este caso el ambiente contiene nutrientes y residuos orgánicos que facilitan el crecimiento de los vegetales.
Una vez que se ha alcanzado un estado de equilibrio, las modificaciones se dan entre los integrantes de una misma especie: por ejemplo, los árboles nuevos reemplazan a los viejos.
Debemos tener presente que la velocidad de recuperación es extremadamente lenta, sobre todo si se ha afectado la biodiversidad de tal manera que implique la extinción de especies y el agotamiento de los recursos naturales.